ZORB, otro atípico deporte de riesgo de Nueva Zelanda
Si en algo son especialistas en Nueva Zelanda es en inventarse nuevos deportes de riesgo. Si hace un tiempo os hablé del luge de Queenstown y Rotorua, hoy le toca el turno al ZORB. ¿Soltamos algo de adrenalina?
¿Qué es el Zorbing?
El zorbing consiste en introducirse en un globo cerrado herméticamente, en una bola esférica que normalmente está construida con plástico transparente, para dejarnos caer por una cuesta. Hay ocasiones en las que no hay que salvar ninguna pendiente, y en vez de colocar la bola en la tierra las dejan en el agua a sus anchas. Es otra vía de diversión, igual de válida además. En castellano se le conoce también con el nombre de esferismo.
Algunas empresas crean recorridos, otras ofrecen circuitos y las hay quienes construyen rampas para que haya saltos. En unos orbes nos mojaremos, en otros no pararemos de girar… lo que es seguro es que haremos la digestión.
Cómo son las esferas de zorb
Para salvaguardar la seguridad del ocupante, las esferas están compuestas por dos secciones. De esta manera existe una bola dentro de la otra, con una cámara de aire entre las dos para que de esta manera se amortigüen todos los golpes. Para que esos orbes estén conectados, hay cuerdas en el interior.
Por lo general, el ZORB suele tener 3 metros de diámetro, con una esfera en su interior de unos 2 metros. El plástico, de un grosor aproximado de 8 milímetros, es ligero, ya que en caso de ser rígido no podría amortiguar bien los golpes. El espacio que queda libre para el aire es de 60 centímetros, suficientes para que el pasajero no tenga ningún tipo de percance. A las esferas, en ocasiones, le añaden agua, por lo que si nos metemos dentro es como si hubiéramos pasado por una lavadora.
Puede decirse que hay 2 tipos de ZORB: los que tienen arnés y los que no. En el primero de los casos las esferas están construidas para el uso de una o dos personas, y los hay incluso con dos arneses aunque únicamente se pueden utilizar en lugares concretos. Cuando no hay un arnés de sujeción, a diferencia del otro, se permite hasta un máximo de tres personas por bola.
Un poco de historia
Todo comenzó en Nueva Zelanda, en Rotorua concretamente, y nos tenemos que remontar hasta el año 1994 para ver cómo Dwane van der Sluis y Andrew Akers tuvieron la idea de esta esfera y la comercializaron con el nombre de ZORB Limited junto a otros dos inversores.
En el pasado ya hay indicios de esferas de este tipo, como por ejemplo las bolas de plástico donde se colocaba a los siempre simpáticos hamsters. También hay parentescos con un artefacto ruso de principios de los años 70 similar al ideado por los neozelandeses pero, como el que no corre vuela, si las ideas no se patentan es como si nunca se hubieran inventado.
Qué bueno. No sabía todo esto. 🙂