Tauranga y Mount Maunganui – Bay of plenty
Días atrás veía por última vez romper las olas en la costa de Nueva Zelanda. Es hora de vivir de los recuerdos aunque me pese y qué mejor forma de transportarme nuevamente hasta allí que a través del blog.
A pocos kilómetros al norte de Rotorua descansa un hervidero de gente agolpado en una zona cálida, idónea para vivir por su complaciente clima. Muchos son los jubilados, veraneantes y surfistas que, atraídos por sus bondades, han hecho de Tauranga su hogar. Atendiendo los datos del año pasado, deciros que con 118.200 habitantes, os hablo de la ciudad más grande de Bay of Plenty y la 6ª de toda Nueva Zelanda. La población sigue creciendo y es una de las regiones con mayor aumento sin vistas todavía a estabilizarse.
Aquí es donde conocí a Iñaki, un kiwi hecho y derecho que me recordó el por qué del blog. Se trata de ayudar, de compartir mi experiencia y cómo no, de hacer nuevas amistades. Ahí tengo también a Amaia en Dunedin, otra seguidora que no hace más que coserme a preguntas (yo se las respondo con gusto las que sé).
En mi faceta de explorador, el hecho de usar guías de viaje me suele producir urticaria. Todo el mundo hablaba de Tauranga pero no tenía mucha idea de qué me encontraría. Bien, con que hagamos la visita en un día (la mitad del día serviría) tenemos suficiente. Está claro que si eres surfista tendrás diferente baremo pero aún así, hay mejores sitios para desafiar a las olas en abordajes imposibles (como por ejemplo Whakatane en la East Cape).
La principal baza que cuenta Tauranga es Mount Maunganui, un volcán extinguido de 232 metros de altura desde el que se tiene una vista privilegiada de la península. Su nombre proviene de la palabra maorí Mauao, cuya leyenda puede que escriba en alguna otra ocasión.
Aquí vienen personas mayores, turistas, deportistas, paseantes… y cómo no, el intrépido mosqueperro D´artacan con su dondella Juliette. Se pueden realizar varios tracks alrededor del monte, si bien el mayor interés reside en alcanzar la cima para ver sus costas, playas y cristalinas aguas desde las alturas. Estos recorridos están identificados con colores y es fácil ver cómo se van uniendo y separando a su antojo, haciendo del paseo un divertido laberinto. Tampoco os preocupéis, con el mapa no hay problema y si queremos llegar a lo alto lo tenemos fácil: seguir la cuesta que vaya hacia arriba.
El camino, como siempre, está perfectamente señalizado y preparado para el viandante. Una vez más, quiero reseñar la loable labor de los voluntarios que cargados como mulas, colocan escaleras, puentes o lo que haga falta para que otra gente disfrute de su naturaleza sin peligro.
A diferencia con otras caminatas, el Mount Maunganui no es largo (en hora y media podemos subir y bajar). Sin embargo, al partir desde el nivel del mar los gemelos sufrirán bastante con las endiabladas cuestas que hay que sortear. Si decidimos simplemente rodear el cerro, nuestros pasos serán firmes en un sendero llano y con vistas al exterior en todo momento. Una vez decidamos subir, comenzaremos la ascensión por el interior, rodeados de vegetación que nos acompañará durante el resto de la travesía.
Tal y como podéis leer en la señal, nos avisan de que se necesita un cierto nivel de puesta a punto. No creáis, cualquiera puede subir, aunque tendrá que tener claro sus posibilidades y hacer todos los descansos que sean necesarios.
Vosotr@s qué opináis, ¿Juliette está sujetando la señal o por el contrario, la señal sirve de apoyo a Juliette?
No me cansaré de decirlo nunca. En Nueva Zelanda, si no andas, no ves. Sí, cierto, podrás ver un montón de cosas sin mucho esfuerzo, sobre todo si tienes una billetera grande para moverte en barco, helicóptero o el transporte oportuno. Para qué engañarnos, no es lo mismo, una victoria trabajada se disfruta mil veces más.
No debería mostraros el natural mirador de Mount Maunganui por dejaros con la mosca detrás de la oreja pero me es imposible. A fin de cuentas, ¿a quién no le gusta de vez en cuando contarle el final de la película a alguien amargándole la existencia?
En Cómo ser un kiwi | Katikati y sus murales, arte al aire libre
En el de Memorial Park la zona habilitada está donde están los baños, al otro lado del pabellón de remo, donde hay una fuente de agua y un parque para niños. Además, si vas en verano hay unas piscinas públicas (supongo que de pago). Además hay un par de bbq de gas de las de echar monedas.
Lo digo porque hay otro aparcamiento junto al pabellón de remo donde está teóricamente prohibido, aunque el cartel es mínimo y casi no se ve. Cuando me haga con el mapa te lo paso.
Aquí va otra, un poco más lejos: http://www.rankers.co.nz/experiences/4620-Pahoia_Domain_freedom_camping_area
Hola Xabi, qué tal por Bruselas? Yo por aquí sigo, en breve empezaremos a viajar porque aún mi chica está con la pierna chunga.
La entrada perfecta, salvo por lo de las olas, creo que he visto un día olas en condiciones y serían de 1,5 metros, no más. Mucho surfer pero pocas olas (por lo menos es lo que puedo decir después de 5 meses por estas tierras).
Por cierto, para que sirva de información y ayuda a los que quieran dormir en la van: hay unas zonas en las que en el ayuntamiento permite pernoctar y encima hay baños. Hay una que está muy cerca del centro de la ciudad (MEMORIAL PARK) y otra que está un poco más lejos pero que está muy bien (FERGUSON PARK). Además, en la zona de Papamoa creo que no hay problema. En Mount Manganui en verano me han dicho que son quisquillosos y te hacen moverte. Así que esas dos opciones pueden estar bien, son dos zonas muy tranquilas, con vistas a los estuarios/harbour de la zona, con dos parques y baños. En Ferguson Park hay incluso una ducha (de agua fría, por supuesto) en los Change Room, en el edificio de baños que está junto a la zona de embarcadero (esquina izquierda del parque).
Creo que deberíamos hacer un mapa de sitios donde se puede pernoctar sin problemas de que te despierten por la noche. Yo lo voy a intentar. En la carretera de Taupo a Turangi (por la zona este del lago) hay unas cuantas paradas con mesas y baños (más cutres pero baños al fin y al cabo). Tiene que ver unos atardeceres espectaculares desde allí.
Gracias por publicar la foto con la vista desde arriba del Mount Manganui porque con eso me convenciste de subirlo -conmigo la curiosidad no funciona como anzuelo, pero saber que algo vale la pena, si!- Este finde voy a pasear por esa zona, después bloguearé mi relato.
Carina Fossati
http://www.hillstoheels-traveljournal.com
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Hola Carina!
Ya te dije que subir al monte merecía la pena. Lleva agua para el camino y algo para comer arriba. Lo único que tendrás que hacer allí será disfrutar del sol mientras la brisa ondea tus cabellos.
¡Pásalo bien el fin de semana!