Reciclaje en Nueva Zelanda y sus diferencias con España

Un país con tanta naturaleza no podía pasar por alto la renovación en la medida de lo posible de la basura que generan sus habitantes.

Podríamos comentar, para sorpresa de algun@s, que en cuanto a infraestructuras el nivel de España es superior. Nosotros tenemos contenedores y suelen estar todos juntos (papel, vidrio, orgánico y plástico/latas). En el caso de Nueva Zelanda la separación sería parecida pero en papeleras o pequeños contenedores, siendo pocos los lugares que encontramos todas ellas juntas (papel, vidrio, plástico, orgánico, aluminio/latas). En cuanto a los materiales más perjudiciales contra el medio ambiente (normalmente los desechos de los aparatos electrónicos) aquí disponen de puntos de reciclaje (al igual que nosotros los puntos verdes) con la salvedad que los horarios son menos flexibles al cerrar sus puertas entre las 5-7 de la tarde.

De momento la balanza nos es favorable puesto que el tener mejores infraestructuras implica gastar menos carburante en su recogida (claro que aún queda mucho por hacer hasta que los camiones de basura tengan 0 emisiones y 0 decibelios a poder ser). De todas formas tampoco es equitativa la comparación porque Nueva Zelanda todavía está en pañales por ser un país en pleno crecimiento (no confundir con un país en vías de desarrollo) añadiendo que la población en sus ciudades/pueblos es mucho menor.

Entonces, ¿dónde se recicla más?

A diferencia de nosotr@s, l@s ciudadan@s neozelandes@s tienen una conciencia acorde a sus montañas, ríos y valles. Vayamos al hostel que vayamos las cocinas tendrán diferentes contenedores para poder reciclar. Las señales en los tracks nos recordarán que llevemos la basura con nosotr@s. Por si acaso, como el voluntariado está muy extendido a lo largo del país, sus costas y montes son limpiad@s con esmero.

Lo curioso del caso de Nueva Zelanda es que no siempre nos encontramos ante las mismas papeleras. Habrá veces en la que se nos especificará que debe usarse únicamente para vidrio, otras veces para plástico pero también encontraremos señales que nos advertirán que podemos introducir cualquier elemento reciclable en él.

Rizando más el rizo, existen 4 variedades de papeleras para el vidrio. Aquí se divide en 4 apartados e identificados por colores:

• Marrón: Todo tipo de vidrio.
• Naranja: Botellas de color marrón tales como los botellines de cerveza.
• Transparente: Botellas transparentes.
• Verde: Botellas del mismo color, comunmente las empleadas para el vino.
• Gris: Para el cristal, por ejemplo el de las ventanas.

Al igual que en España, habrá otro tipo de materiales que a veces confundimos y tiramos al vidrio cuando en realidad deben llevarse a los puntos verdes.

Para no marearos, digamos que estos son los colores base:

• Negro: Los restos de la comida.
• Azul: Plásticos
• Rojo: Latas y aluminio
• Amarillo: Todo el vidrio

En los pueblos, al tener jardín todas las casas, a menudo el rojo se usa también para los restos de la jardinería (hojas, hierba, flores…). Al final es un poco lioso y cuesta hacerse a todos los hábitos por lo que la recomendación sería leer bien los carteles de las papeleras. En el caso de los hostels a veces es más fácil puesto que suelen acompañarse con papeles informativos con lo que se puede y no se puede reciclar en cada contenedor.

En el año 2002 el Ministerio de Ambiente de Nueva Zelanda elaboró un borrador con los pasos a seguir para intentar reutilizar todos los materiales (ahorrando dinero al estado y beneficiando a las empresas al fin y al cabo). Ha habido dos revisiones posteriores, la primera en el 2003 y la última en el 2006 a la que estoy seguro pronto le llegará el turno a una nueva. A esta iniciativa habría que añadirle una asociación compuesta por voluntarios que llevan cerca de 10 años trabajando en un Nueva Zelanda más limpia. Su nombre: Zero Waste.

Como reza el eslogan de las papeleras en Nueva Zelanda: Love NZ