Working Holiday Visa para españoles en Nueva Zelanda según Natalia y Borja

Se acerca la fecha más esperada por los jóvenes españoles, el 30 de abril, día en el que se abre el plazo de inscripción de la Working Holiday Visa de Nueva Zelanda. Para amenizar la espera, y con la intención de dar ánimos a todas las personas que van a intentar hacerse con una de las 200 plazas, os voy a mostrar la entrevista que le he hecho a Natalia y Borja, una pareja que el año pasado se hizo con una WHV y que están disfrutando de ella como nadie. Desde aquí les mando un gran abrazo y les doy las gracias por el tiempo que han dedicado para contestar a las preguntas.

Ellos son oriundos de Cuenca y de Bilbao, si bien se conocieron en Valencia que es donde han vivido desde hace muchos años. Al ver la crisis de frente, se replantearon su situación y, por su carácter y ante la situación que se avecinaba, empezaron a viajar en el 2010 con el objetivo de aprender en el día a día cosas nuevas y sentirse útiles. Esto les ha llevado a sentir la «enganchina» en sus venas. Así es como llaman ellos la pasión de querer viajar a todas horas y ver cosas nuevas.

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Una de sus grandes pasiones es la fotografía y, aunque no tienen el mejor equipo del mundo, lo respaldan con su imaginación. ¿Y qué mejor forma para desarrollar este hobby que viajando? Saben que tarde o temprano tendrán que volver a casa, porque no dejan de echar de menos su vida y costumbres, pero de momento no se lo plantean, ya que quieren disfrutar mientras puedan de todo lo que tiene el mundo para ofrecer.

Para seguir sus desventuras, no os perdáis el blog en el que van dejando su huella en el mundo y en Nueva Zelanda a modo de diario: Natalia y Borja por el mundo.

¿Cómo os enterasteis de la Working Holiday Visa?

Estábamos viajando por el sureste asiático en 2011 cuando coincidimos con una pareja de Argentina que se encontraban haciendo un “break” de su WHV en Nueva Zelanda, nos comentaron cómo funcionaba y cómo lo habían hecho ellos.

A la vuelta a casa nos pusimos rápidamente a buscar acerca de los permisos que podíamos obtener para salir de España por un tiempo, entre ellos las WHV… Y puesto que sólo teníamos la posibilidad de elegir entre Canadá y Nueva Zelanda, elegimos Nueva Zelanda. Suerte que encontramos tu blog trasteando acerca de ‘los preparativos’ y requisitos para ser un kiwi, que nos facilitó tremendamente los trámites.

¿Ha sido fácil encontrar trabajo en Nueva Zelanda con el visado de la WHV?¿Nos podéis decir los empleos que habéis tenido y la duración de los mismos?

¿La verdad? A nosotros nos ha resultado tremendamente fácil. Está claro que tampoco hemos puesto las mismas trabas que cuando intentábamos trabajar en nuestro país, pero las condiciones invitan a no poner ese filtro. Sólo con el sueldo mínimo ya te da para vivir e ir ahorrando poco a poco.

Nuestra primera idea era viajar durante tiempo, y así lo hicimos. Dedicamos los dos primeros meses a viajar sin preocuparnos mucho por lo demás. Cuando ya vimos buena parte de la isla Norte y un poco de la isla Sur, nos dedicamos a buscar trabajo, y el primero de ellos lo encontramos una vez más a través de los argentinos que habíamos conocido en Tailandia. Ellos habían estado un tiempo trabajando en la recogida de fruta y al principio nos pareció una buena idea, así que nos pasaron el contacto, mandamos un par de e-mails y ya teníamos fecha y sitio para empezar a trabajar. Nuestra primera experiencia fue recogiendo cerezas y albaricoques en Roxburgh, sin descanso. Aquí se trabaja todos los días que el tiempo lo permite y si eres rápido puedes ganar bastante más del mínimo, además hay muchísima gente con la WHV (independientemente del país de procedencia) haciendo esto. Nosotros estuvimos a gusto pero el dueño era un desastre, el encargado peor si cabe y terminamos dejándolo pese a conseguir ahorrar bastante en tan sólo 15 días.

Seguimos unos días la ruta y a los siete días ya estábamos trabajando de jardineros en Nelson para un ricachón holandés. El tío había destrozado una colina para hacerse la casa y ahora buscaba ayudantes para repoblar la colina otra vez y hacerse un jardín.

No duró mucho nuestra estancia en Nelson ya que estando recogiendo fruta solicitamos un trabajo en Hanmer Springs y recibimos respuesta mientras estábamos como jardineros. Al enterarnos de que querían contar con nosotros, de inmediato dejamos la jardinería para viajar unos días por Abel Tasman y después dirigirnos a Hanmer Springs, donde nos encontramos a día de hoy, trabajando como fotógrafos (nuestro hobby) para una empresa internacional en las Hot Pools. Fue una locura porque nos hicieron la entrevista por teléfono y para nosotros era ya la tercera vez que conseguíamos algo sólo con mandar un mensaje, e-mail o llamar.

¿A qué tipo de empleos se puede aspirar con la WHV?

Con la WHV puedes aspirar a cualquier cosa que te propongas, la mentalidad kiwi es muy diferente a la nuestra.

Por norma general, la gente con WHV quiere viajar alrededor del país y suele buscar trabajos de temporada para ahorrar algo de dinero y continuar viajando, como recoger fruta, camarero, trabajos en hoteles, fábricas… Nosotros hemos preferido dedicar un tiempo a viajar, otro a trabajar (con alguna excursión) y finalizar viajando otra vez. También hemos conocido ingenieros que están ejerciendo su profesión y solicitando otro tipo de visado.

A parte, en la Isla Sur que es donde más tiempo hemos estado nosotros, no tienen mucha población y tienen bastantes turistas, por lo que es relativamente sencillo encontrar un buen trabajo. De momento lo que hemos visto es que conseguir una Work Visa para un año no requiere mucho esfuerzo.

¿Creéis que hay igualdad de oportunidades para el hombre y para la mujer?

De momento nosotros no nos hemos encontrado ningún tipo de discriminación, ni sexual, ni racial. Sí es verdad que si te dedicas a recoger fruta, siendo un trabajo más físico, suelen recoger más cantidad los chicos que las chicas, pero nunca nos han dicho que no podemos hacer algo por ser de un sexo u otro. Suelen ser muy amigables y el concepto de eficiencia en el trabajo dista bastante del nuestro.

¿Cómo es vivir en Nueva Zelanda? ¿cómo es el trato de los neozelandeses hacia el extranjero?

Es algo gracioso… Los kiwis como tal, da igual que sean de descendencia maorí o europea, suelen ser muy amigables y no dudan en ofrecerte cualquier tipo de ayuda en todos los aspectos. Entre ellos es curioso que a parte de una obvia rivalidad con Australia, también tienen pequeños conflictos entre las dos islas. En la Norte te dirán que ellos son más nobles y que la vida es mejor allí, mientras que en la isla sur te dicen que la isla norte es insegura y no son tan amigables y simpáticos como ellos.

También es curiosa la rivalidad entre maoríes y el resto de la población. Suelen decir que los maoríes son perezosos, no sabemos hasta qué punto es verdad. Otro aspecto preocupante es que ellos mismos se tildan de racistas y diferencian mucho entre los diferentes tipos de piel y descendencia. Sin ir más lejos en el censo que hacen cada X años (que nos tocó rellenar hace un mes), tienes unas diez posibles respuestas en la pregunta de nacionalidad (diferenciando siempre entre tipo de descendencia y color de piel).

Nosotros no hemos tenido ningún tipo de problema en ninguna de las dos islas, aunque si algo tenemos claro después de cuatro meses viviendo aquí, es que preferimos la Isla Sur para hacer un buen viaje y pasar un tiempo, y probablemente alguna ciudad algo más grande y con más recursos como Wellington para vivir, teniendo en cuenta que Nueva Zelanda en sí es un país bastante tranquilo.

¿Es Nueva Zelanda como esperabais u os ha sorprendido lo que os habéis encontrado?

Depende en qué aspecto. Para viajar es un país alucinante: puedes encontrar mil zonas habilitadas para los que viajan con su vehículo, es muy fácil viajar por aquí y los paisajes pocas veces defraudan; tiene mil rincones para perderse y caminatas para hacer. Si quieres dedicar una larga temporada (unos seis meses) a la naturaleza y el relax, éste es tu país.

Para vivir… quizás la cosa cambie. Nosotros podemos hablar de la isla Sur. Tampoco estamos viviendo en el pueblo más grande de por aquí, ni mucho menos, pero es toda la isla Sur en general, donde se vive con una paz increíble. Los comercios cierran pronto, los ritmos de vida son lentos, y si estás acostumbrado a vivir en grandes ciudades, probablemente se pueda hacer pesado en un momento dado. Nosotros ya empezamos a desquiciarnos un poco en Hanmer Springs… Mientras trabajamos todo va bien, ¡pero los días libres pasan sin pena ni gloria! El cuerpo nos pide un poco de movimiento, así que probablemente nos mudaremos pronto a un lugar con algo más de vida.

Según se puede leer en vuestro blog, habéis estado viajando tanto en la isla Sur como en la isla Norte. ¿Con cuál de las dos islas os quedáis? ¿Podríais decirnos la razón?

Ésta es una pregunta muy socorrida por los kiwis también. Para nosotros quizás sería ideal pasar el tiempo de vacaciones disfrutando de la isla Sur, viajando y viendo esos paisajes que a veces parecen de cuentos de hadas. Sin embargo, si tuviésemos que vivir en Nueva Zelanda por un periodo largo de tiempo, escogeríamos Wellington en la isla Norte, que nos recuerda levemente a las ciudades europeas, y es bastante cosmopolita y agradable. Aunque cuenta con un inconveniente gordo… el viento! A veces alcanza rachas muy fuertes y no suele ser un agradable compañero.

¿Qué lugar de Nueva Zelanda, qué mágico instante os ha robado el corazón viajando hasta él cada vez que cerráis los ojos?

Borja: Me quedo con Milford Sound. Hasta el momento es de lo que más he disfrutado. Supongo que también influyó hacer la excursión en kayak bajo los fiordos durante 5-6 horas remando y disfrutando del silencio y el paisaje. Aunque hay muchos lugares sorprendentes y diferentes, también me gustó mucho la ruta por Northland, la 90 Mile Beach y la costa. Los Catlins y Abel Tasman también son espectaculares. Hay que tener en cuenta que no hemos podido visar todavía West Coast, Mount Cook, Fox Glaciar y los lagos de esa zona en la isla Sur y ambas costas de la isla Norte.

Natalia: Wharariki Beach, no tengo dudas. Me quedé fascinada con las dunas después del paseo entre colinas de ovejas pastando… Esa playa me robó el corazón, ¡volveremos!

Antes de acabar en Nueva Zelanda, el lugar más alejado al que puede ir un español, ¿os gustaba viajar?

¿Y a quién no? Jajaja. A nosotros nos encanta. Creemos que al final acaba convirtiéndose en un estilo de vida. Cada viaje te enseña algo diferente, abre tu mente, y te acaba proporcionando ese otro punto de vista, ni mejor ni peor, diferente. Ahora mismo que se acerca el invierno por aquí ya estamos pensando en una escapada, no sabemos de cuánto tiempo (ésa es la manera en la que nos gusta viajar, sin fecha límite). Así que aprovechando una quedada a medio camino con unos amigos en Tailandia, probablemente nos dejemos llevar por nuestra querida Asia, que tenemos unos cuantos países pendientes.

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