Recomendación para comprar coche en Nueva Zelanda

Para no depender de autobuses ni de conductores que nos lleven de lado a lado existía la posibilidad de comprar un coche. Resulta difícil de pensar si la comparamos con nuestra cultura pero aquí las cosas son temporales. Es posible comprar un coche sin arrepentirte porque a los X meses se venderá por el mismo precio. Y es que… ¿un coche que te cueste 1.500-2.000$ se puede vender por menos? A no ser que lo entregues averiado lo dudo.

Aquí los coches se compran directamente y sin intermediarios. El único requisito que necesita el coche es tener la WOF y la Registation en orden. La primera se podría asemejar a la ITV que tenemos nosotros y la Registration sería algo así como el permiso de circulación, salvo que en Nueva Zelanda la validez puede ser por 3,6,9 o 12 meses (según lo que pagues).

Si estamos perdidos y no sabemos por dónde empezar os diré que es mucho más fácil de lo que esperaríamos. En cualquiera de las grandes ciudades de Nueva Zelanda se cuelgan anuncios en las entradas de los grandes supermercados y en los tabloides de los Hostels. De esa forma veremos cómo la gente vende desde revistas de Lonely Planet hasta coches o sacos de dormir. Esta es la forma en la que todo se mueve y poco tiempo dura parada. Asimismo, existe una revista semanal gratuita en Queenstown (llamada lake weekly magazine) en donde los anuncios tanto de venta/compra como de trabajo copan todas sus páginas.

El resto es sencillo, coger el teléfono, probar los coches y en caso de gustarnos uno pagarlo en cash (en efectivo). Una vez ya hayamos elegido todo y pagado el último paso es hacer el cambio de propietario. Tan simple como acercarse a la post-office, rellenar un formulario y después de pagar 10$ ya es oficialmente tuyo.

Tened cuidado porque incluso la furgoneta del Equipo A teme por su body viendo a mi majestuoso vehículo. Su anterior propietaria es bilbaina así que todo queda en la tierra. ¡Ahora toca tirar millas!